El Perdón es la puerta
A la propia libertad, perdonarme por lo que hice, cómo lo hice… permite el acceso a la paz profunda del alma. Es cierto que a un nivel somos responsables de nuestros actos, y a otro nivel nuestros errores son el resultado de una ignorancia que no hemos elegido. Y es preciso que perdonemos esos actos pasados para poder tener una oportunidad diferente mañana, sólo si nos perdonamos sinceramente por lo que hicimos, podremos actuar desde el amor y la generosidad hoy. Lo pasado quedó atrás, ¿por qué martirizarse y castigarse?. A veces parece que seguimos pagando culpas de por vida y nos convertimos en verdugos especialistas y víctimas aprendidas, por aquellos errores (inventados a menudo) que cometimos. Esto no ayuda a nadie. No es enriquecedor condenarse a cadena perpetua por un error cometido desde la ignorancia o el miedo. Eso sólo genera más miedo y rencor. La libertad y la confianza liberan como ninguna otra cosa.
Para ayudarnos en esta experiencia de auto-perdón, puede ser muy útil tomar conciencia de qué me resulta más sencillo: ¿perdonarme a mí, o perdonar al de enfrente?. Y comenzar por lo que me resulte más fácil, y cuando ya lo tenga un poco practicado seguir con lo que me resulta más costoso. Y algo fundamental es tener presente que “perdonar” no significa “olvidar”. Puedo recordar cada detalle del agravio, los motivos y las consecuencias, y al mismo tiempo perdonar el daño, soltar el dolor asociado y renunciar a que fuera diferente a cómo ocurrió. Quizá después pueda extraer la sabiduría de la experiencia…
José Maroto Mingo
Psicólogo y Psicoterapeuta Transpersonal
CONSULTAS
c/ Dr. Castelo, 36.
Madrid
+34 606 098 769