Comprendiendo mi miedo
El miedo es una de las emociones que más nos limitan cuando la evitamos, por no saber extraer su enseñanza. Tendemos por instinto a evitar el miedo, pues está asociado al peligro al constituir una reacción natural de defensa ante el daño. Éste es el “miedo lógico”. Sin embargo el miedo típico de la sociedad “civilizada” es frecuentemente del estilo “irracional”. No existe riesgo real, sino una memoria emocional de aquél. Lo que no comprendo, es lo que temo. Es la sabiduría aún inconsciente, eso que mi ser necesita integrar para acercarse a la plenitud. El miedo nos muestra el camino hacia la autorrealización con incómodas señales rojas parpadeando. Lo que temo en mis relaciones es lo que más me puede nutrir en mi desarrollo como persona. Y suele estar bajo una gruesa capa de rabia en el caso de los hombres y disfrazado de complejos en muchas mujeres. Puede dividirse entre el miedo al abandono “moriré de soledad” y el miedo a la invasión “seré destruido”.
¿Cómo aprender a integrar el miedo como maestro de amor?. Tras el miedo se encuentra el amor más sereno y compasivo. Gracias al miedo podemos ver con claridad, a menudo tras dolorosos procesos, y sentir que en lo profundo somos puro Amor. El miedo es la puerta al amor grande del alma. El miedo me ayuda a descubrir que lo que se me antoja más temible es el amor, porque El Amor es implacable, puede con todo. El miedo es sólo el paso previo. El miedo nos acerca a la compasión por el prójimo y por nosotros mismos cuando nos adentramos en él …. o cuando no nos deja otra opción y ya no queda nada más que perder…
*************
EXPERIMENTA HOY…
Sintiéndolo y tolerándolo en tu cuerpo (frío, temblores, rigidez muscular, ansiedad, indefensión….) y circulando en tu mente (confusión, pensamientos densos u obsesivos, ideas violentas, auto censuras…). Observa la diferencia entre el miedo a ser “destruido” por otra persona (cuando tu opinión se castiga, te juzgan, te imponen algo, abusos, etc.) y el miedo a “morir en soledad” (rechazo, abandono, te ignoran, falta de reconocimiento, etc.). Y abraza el sentir como si de un niño muy pequeño aterrorizado se tratara… Escucha, siente, huele, mira, tócalo… No hay nada más importante ahora.
José Maroto Mingo
Psicólogo y Psicoterapeuta Transpersonal
CONSULTAS
c/ Dr. Castelo, 36.
Madrid
+34 606 098 769




