Pido lo que necesito
Estamos poco acostumbrados a pedir y mucho a exigir o a negar nuestra necesidad. Este es un gran reto, sobre todo en esta sociedad occidental en la que se ensalza el valor de la “independencia” y de ser autosuficientes. Pedir tiene que ver sobre todo con: reconocer al otro como apoyo valioso, abrir el corazón para mostrar nuestra vulnerabilidad y también con aceptar el vacío o “ver” esa falta de amor y compasión que quema nuestro interior. A menudo no podemos soportar el dolor que acompaña ninguno de éstos tres procesos, y mucho menos los tres al mismo tiempo. Hay que ser muy valiente, estar bien acompañado y estar preparado para dar estos pasos. La vergüenza y la culpa son los guardianes del templo sagrado en que muchos escondemos nuestro corazón roto. Y al entrar encontramos un tesoro en forma de ser humano valiente, sensible, vulnerable y bendecido por la fuerza del cambio constante y del apoyo de sus semejantes.
¿Cómo vamos a recibir si no nos lo permitimos?. Pedir abre la puerta. No asegura que lo recibamos en ese momento o de la forma en que lo imaginamos, sin embargo manifiesta nuestro compromiso con nosotros mismos de ser merecedores, de darnos el derecho, nos predispone. Y entonces … estando abiertos… tarde o temprano algo hermoso entra… ¿Que necesito en este momento?. La satisfacción de mi necesidad no depende del otro, sólo de mí, aunque en ocasiones el otro me puede ayudar a satisfacerla. Este es momento en el que el otro pasa de ser competidor a convertirse en mi apoyo, mi compañera, mi ayuda.
José Maroto Mingo
Psicólogo y Psicoterapeuta Transpersonal
CONSULTAS
c/ Dr. Castelo, 36.
Madrid
+34 606 098 769