Vivir y aprender sin gozo no tiene sentido
Vivir y aprender sin gozo no tiene sentido, pues nuestra naturaleza consiste en desarrollarnos, descubrir nuestra esencia y gozar, aunque en ocasiones lo olvidemos a causa de la agitación mental. El sentido del humor es fundamental en situaciones potencialmente estresantes.
Aunque escuchemos a nuestro niño interno con respeto; si nos dejamos llevar por él a su drama infantil acabaremos poseídos por su locura de dolor y sumidos en la desesperación de un mundo agresivo o abandónico. Es particularmente sanador aprender a reírse de uno mismo y no tomarse en serio, permitirnos hacer el ridículo de vez en cuando, saltarnos las reglas, ser como niños alegres y despreocupados viviendo en la inocencia y capacidad infinita de disfrute y libertad.
Por ello, a las experiencias cotidianas nos conviene bautizarlas con juego, diversión y alegría, sobre todo las que son difíciles de digerir por ser muy duras y dolorosas, pues, tras las apariencias, cuando nos lo permitimos, todas las vivencias nos traen el mensaje del amor que somos en realidad y por consiguiente de la irrealidad y caducidad de lo que acontece. Goza, independientemente de lo que vivas, y la vida te devolverá alegría.
José Maroto Mingo
Psicólogo y Psicoterapeuta Transpersonal
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