Necesitamos expresar la rabia
En forma de violencia es el grito de rechazo del amor hacia uno mismo. La rabia sanadora y respetuosa es la suplicante llamada a la puerta del amor incondicional.
Expresar rabia con intención de dañar, aunque sea en la imaginación, nos enferma, pues se sustenta en el miedo. En cambio hacerlo para poner voz a nuestro dolor y re-conocerlo, nos sana, pues se sustenta en el amor.
He ahí la diferencia entre gritar para expresar y soltar el dolor del hambre que nosotros mismos nos hemos impuesto, a gritar para vomitar la culpa que nos corroe sobre el otro. Lo primero nos libera, nos despierta y nos une al otro en perdón purificador y amor, lo segundo nos adormece y nos encadena a la culpa y a la falsa imagen de alguien que soñamos que nos hirió.
La rabia es una emoción básica que forma parte de nosotros, y por tanto no debemos ignorarla, hemos de aprender a manejarla a voluntad una vez que ha surgido, pues de lo contrario reprimirla nos perjudicará. Y tengamos en cuenta que, a veces (por educación) la expresión de violenta rabia se envuelve en un gesto amable cargado de rechazo a la forma de pensar de los demás.
En efecto, puede llevarnos algún tiempo aprender a expresar la rabia de manera que nos ayude. Sin embargo la recompensa es grande, pues nos permite abrazar la vida tal y cómo es, sin excusas, y por tanto, nos impulsa definitivamente a la felicidad y la armonía.
José Maroto Mingo
Psicólogo y Psicoterapeuta Transpersonal
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