Consiste en desarrollar la observación ecuánime y compasiva de todo proceso experimentado por nuestro yo-persona, para poder paulatinamente dejar de identificarnos con el ego, y liberarnos. Cuando tomamos consciencia de que hemos vuelto a caer en la identificación, recuperar “la presencia”, y así, poco a poco, vamos despertando a la realidad de nuestra condición profunda.

El camino pasa por abandonar el juicio, perdonarse y/o aceptar la experiencia tal cual es. Y después, utilizar o apoyarse en lo falso: los procesos intelectuales y las emociones del ego, para salir de la sombra hacia la luz del Ser; así regresamos al amor incondicional y la paz profunda hasta que nos identificamos con el ego y empieza el ciclo de nuevo. Es una práctica cotidiana, continua y liberadora.

Las tres cualidades para desarrollar la "Actitud Transpersonal":

· Atención: para observar todo proceso interno (pensamiento, sensación o emoción) y caulquiere estímulo externo que captemos a través de nuestros sentidos.
· Valor: para re-conocer o tomar consciencia de todo cuánto hacemos, pensamos y sentimos, sea cual sea su cualidad. Sin establecer preferencias entre lo agradable y lo desagradable.
· Amor: para sentir y soltar, tomando sin juzgar todo cuánto percibamos dentro y fuera de nosotros, incluido el propio juicio.  Recordemos, que el amor real, como la luz, ilumina incondicionalmente. Sentimos o experimentamos incondicionalemtente lo que se dé en este momento y después lo dejamos ir, lo soltamos, nos desapegamos de ello.