El viaje del ego y más allá

La verdad os hará libres
– JN 8,32 –

Te propongo un viaje hacia dentro, a lo más profundo y remoto de ti, dónde tus recuerdos toman forma de imágenes y sensaciones. Allí donde no hay palabras y lo único importante es lo presente. Ese lugar no concreto dónde vive tu Niñ@ Interior.

Caminemos juntos hacia ese no-lugar… Descubre a tu Niñ@ Interior, descubre Tu Verdad, des-cúbre-te a ti mism@. Ve más allá de lo que puedes recordar, observa tu cuerpo, tus sensaciones, las memorias emocionales que han quedado impresas en tus células. Ve con respeto, paciencia, determinación y amor hacia lo más profundo de ti, allí dónde reside tu verdad particular y única, impermanente y variable –cambiará poco a poco si lo permites con tu observación amorosa-.

Observa y comprende Tu Verdad, o lo que es lo mismo, todas aquellas ideas que fuiste creando en tu mente, las creencias, los prejuicios, los valores, los miedos, las heridas no curadas, las penas no lloradas, las deudas afectivas no saldadas del dolor guardado y no re-conocido que se pudre convirtiéndose en sufrimiento. Líbrate de la cárcel de tus creencias limitadoras, de tus emociones contenidas. Re-busca en tu Yo profundo, des-cubre a tu Niñ@ interior. Haz espacio dentro de ti, para que al fin puedas ver la Verdad Última, la que es común a todo ser humano, aquella que es Omnipresente, Inmutable y nos da vida.

Este es el viaje del ego, un camino que puedes recorrer con multitud de herramientas de crecimiento personal, como por ejemplo una psicoterapia. Aquel que hacemos para limpiar las angustias internas, sentirnos a gusto con nosotros mismos y encajar en la vida que “nos ha tocado” vivir. Cada uno debe encontrar su manera, su ritmo, su momento. Toma las riendas de tu vida y hazlo como quieras, solo o acompañado… pero no te olvides de ti. Al fin y al cabo, ¿qué hay más importante que tu vida?.

Encuéntrate a ti mism@ y darás con el elixir de la eterna felicidad. Tu dicha acabará ayudando a que otros encuentren la suya propia. Recuerda que sólo podemos dar lo que tenemos…

Abriendo el corazón y recuperando la conexión con el sentir, se traspasa el ego y, a menudo a través del dolor, con paciencia, humildad y atención, se abre la puerta al Ser, en el que todos somos Uno. Allí siempre estás acompañado».

¿Hacia dónde vamos?… Cuando hayas visto de qué están hechos los barrotes de tu celda podrás doblarlos, cuando comprendas de “dónde vienes” y cuál es Tu propia Verdad… Entonces suéltala y déjate llevar ligero, ya sin peso, más allá de lo que puedes pensar y sentir gracias a tu maravillosa mente y dirígete al No-lugar dónde La Verdad es Absoluta, Una, Eterna y Liberadora. Este es el “No-lugar” al que todos estamos destinados a “llegar”.